Aleksandra (2007)
19/06/2008
Director
Alexandr Sokurov
Año: 2007
Guión:
Alexandr Sokurov
Música:
Andrei Sigle
Fotografía:
Alexander Burov
Título original: Aleksandra
Intérpretes:
Referencias externas cineastas:
Alfred Hitchcock
Andrei Tarkovsky
Referencias externas películas:
El arca rusa, La soga
Director
Alexandr Sokurov
Alexandr Sokurov
Año: 2007 Guión: Alexandr Sokurov Música: Andrei Sigle Fotografía: Alexander Burov Título original: Aleksandra
Intérpretes:
Referencias externas cineastas:
Alfred Hitchcock
Andrei Tarkovsky
Referencias externas películas: El arca rusa, La soga
Una nueva y sorprendente entrega del ruso Sokurov, discípulo amado de Andrei Tarkovski. Sólo vi de él "El Arca Rusa" (2002) primera película en la historia del cine (a excepción de “La soga” Hitckcockiana) que no necesitó montaje pues sus 96 minutos fueron rodados en un solo plano. En ella a través de un viaje alucinado por las salas, pasillos y dependencias del inmenso museo de "L´Hermitage" de San Petersburgo nos cuenta la Historia de Rusa y aún de Europa y hasta hace una parada relativamente larga ante un Zurbarán que allí cuelga. Ya digo, sorprendente.
Pues bien ahora nos lleva al extremo opuesto: un campamento militar ruso (su padre es o fue militar) en Chechenia donde el polvo, el sudor y la precariedad de las instalaciones y las armas salpican al espectador (y no a la manera Tarantino precisamente: aquí no hay acción ni batallas). Si en "El Arca Rusa" todo era estética aunque eso sí radical y novedosa aquí mordemos literalmente el barro ya que está rodada "in situ",es decir en Chechenia.
El eje de la película es la presencia realmente poderosa de la viuda del famosísimo violonchelista ya fallecido Rostropovich (al que tuve la suerte de escuchar en más de una ocasión), Galina Vishnevskaya que no dudó en colaborar con Sokurov en este proyecto insólito en su larga carrera de éxitos y reconocimientos internacionales como cantante de ópera. Esta bella, fuerte y serena anciana que viaja en las condiciones más incómodas hasta este campamento militar para visitar a su muy querido nieto llena todo el film en su deambular decidido por la zona toda ella llena de energía, valor y determinación comprobando por sí misma la inutilidad y el despropósito de la guerra, de cualquier guerra pues el parco y sobrio guión sin alusión alguna al presente serviría lo mismo si se nos estuviera contando la milenaria guerra de Troya.
Una idea original y sorprendente que da pie al director para "contarnos" muchas cosas. Pero...¿qué ocurre? pues no sé, que llega un momento en que aquello no avanza y estás deseando que esta sabia y escéptica "matriuska" coja el tren de vuelta y tú puedas salir a la calle a respirar. Ya digo, discípulo del gran Tarkovski o sea la "gran alma rusa".
