Javier Bardem y Penélope Cruz
11/02/2011
Un artículo de El Despotricador Cinéfilo
Referencias externas cineastas:

Charlie Sheen

Javier Bardem

Penélope Cruz

Robert Downey Jr.

Roman Polanski

Woody Allen
Referencias externas películas:
Biutiful
Biutiful
Por lo que he leído en las últimas semanas, la reciente nominación al Oscar de Javier Bardem por su interpretación en Biutiful ha desencadenado un manantial de opiniones y multitud de discusiones en foros de Internet, tanto de cine como de otra temática. Y algo que me ha asombrado negativamente es cómo la gente ha descargado su ira contra este popular actor más allá de su talento interpretativo.
Porque se podrán cuestionar muchas, muchísimas, cosas a Javier Bardem como personaje público, ya sea por su ideología política, por sus frívolas apariciones en la prensa del corazón o por sus (afortunadas o desafortunadas) declaraciones sobre los más diversos temas. Pero, desde luego, no se le puede criticar por su labor como actor porque, con esta, ya acumula tres nominaciones a los Oscars, lo cual ni siquiera muchos actores norteamericanos de mucho renombre han obtenido. Y puestos a ir más lejos todavía, habría que romper una lanza también por Penélope Cruz.
Porque si a los datos estadísticos nos limitamos, entre los dos acumulan, en tan solo unos pocos años, la friolera de SEIS nominaciones a los Oscars y un PAR de Oscars, es decir, un palmarés que ya quisieran para sí muchos otros actores de cualquier nacionalidad. Por supuesto que se les podrá criticar como pareja mediática y pública, pero nunca por su talento, pues está más que demostrada la valía que han demostrado a lo largo de los años. ¿O acaso es justo criticar a Beckham como futbolista por ser un personaje mediático y frívolo?
Y puestos a ser más radicales, y me dirijo a esas personas que no van a ver sus películas con argumentos tan pobres y banales como “no trago al coñazo del Bardem o no aguanto a la petarda de la Penélope”, les diría que la vida privada de las personas no debería jamás ser motivo de censura para no ver un film. Da igual lo que hayan hecho esas personas en su privacidad, da igual, lo que importa en el cine es la composición que hacen de su papel y lo que aportan cinematográficamente a la historia.
Por desgracia esta actitud tan absurda no se limita solo a estos dos actores patrios, pues desde siempre a la gente le ha encantado censurar por su obra a cineastas o artistas por haber cometido (en mayor o menos medida) deslices o, directamente, delitos en su vida privada (Woody Allen, Roman Polanski, Charlie Sheen, Robert Downey Jr., etcétera). Si una persona comete una falta, ya se encargará de pagarlo judicialmente, pero nunca debe ser una excusa para no ir a ver su cine porque, si no, el siguiente paso será no volver a leer a Lorca porque era homosexual o no mirar un cuadro de Van Gogh porque se iba de putas.
Ante todo coherencia, y juzgar el cine y las interpretaciones objetivamente por lo que son, solo por eso. Seguro que todos salimos ganando mucho.