Perseguido (1947)
27/04/2014
Una crítica de El Despotricador Cinéfilo
Director

Raoul Walsh
Año: 1947
Guión:
Niven Busch
Música:
Max Steiner
Fotografía:
James Wong Howe
Título original: Pursued
Intérpretes:
Referencias externas cineastas:
John Ford
Referencias externas películas:
La diligencia
Director

Raoul Walsh

Raoul Walsh
Año: 1947 Guión: Niven Busch Música: Max Steiner Fotografía: James Wong Howe Título original: Pursued
Intérpretes:
Referencias externas cineastas:

John Ford
Referencias externas películas: La diligencia
Una de las cosas que más me impresionan y fascinan del cine de Walsh es que, hasta el momento, debo haberme visto al menos medio centenar de películas suyas e insisto, hasta el momento, todavía no he encontrado una mala película suya, ningún despropósito o película fallida como tienen todos los demás grandes Maestros sin excepción. Pero, si encima, tras todo lo visto de repente visiono esta película tan desconocida (no tenía ninguna referencia ni conocimiento de ella) y de bruces sorpresivamente me encuentro ante un espléndido, soberbio e insólito western ya mi asombro toma proporciones extraordinarias.
Pero, por si todo esto fuera poco, este Perseguido me deja boquiabierto y anonadado por el tono tan lúgubre, tenebroso, fantasmagórico, angustioso y sobre todo por el constante aliento trágico que desprenden cada una de las escenas y la gran carga psicológica en toda la trama. Elementos tan atípicos e insólitos en una película del oeste. Siempre se ha hablado de que La diligencia de Ford es la Obra Maestra que catapultó el género del western a la mayoría de edad y le dio madurez, prestigio y valores a un género hasta entonces de segunda categoría. Pero muy poco se habla de aquellas otras películas que aportaron en el camino mucha más madurez, seriedad y revolución a dicho género. Y este Perseguido es un buen ejemplo.
Por una parte una vibrante y emocionante película del oeste de las de toda la vida. Con un Robert Mitchum soberbio bordando un personaje carismático y memorable, rodeado de un grupo de secundarios que aportan brío a la historia. Por otra parte una más que original e inesperada historia psicológica de traumas infantiles y de rebuscadas interpretaciones intelectuales tan poco habituales en este tipo de películas. Por otra parte una excepcional fotografía en blanco y negro, casi poética, digna en algunos momentos de película de terror o de cine negro, aportando a la historia una ambientación y tono ominoso nada parecido a otras obras del oeste. Y por último ese halo trágico, arrebatador y malsano que Walsh sabía imprimirle a sus mejores obras.
A modo de resumen, se podría decir que Perseguido les encantará a los amantes de las buenas películas del Oeste, pero eso sería quedarse muy corto porque tiene todos los ingredientes que también hicieron grande a los géneros del melodrama, del cine negro o incluso de terror. Y todo dirigido por Walsh con maestría, como no podía ser menos. ¿Existe pues algo más apetecible para un cinéfilo?