Tú la letra, yo la música (2007)
24/10/2008
Una crítica de Francisco Rodríguez Criado
Director

Marc Lawrence
Año: 2007
Guión:
Marc Lawrence
Música:
Adam Schlesinger
Fotografía:
Xavier Perez Grobet
Título original: Music and Lyrics
Intérpretes:
Referencias externas películas:
Cuatro bodas y un funeral, E.T., el extraterrestre
Director

Marc Lawrence

Marc Lawrence
Año: 2007 Guión: Marc Lawrence Música: Adam Schlesinger Fotografía: Xavier Perez Grobet Título original: Music and Lyrics
Intérpretes:
Referencias externas películas: Cuatro bodas y un funeral, E.T., el extraterrestre
CUANDO FALLAN LA LETRA Y LA MÚSICA
Francisco Rodríguez Criado
Resulta difícil comprender por qué ciertas estrellas cinematográficas, sentadas en cómodos tronos del séptimo arte y a quienes uno imagina cada poco recibiendo propuestas de proyectos interesantes que llevar a cabo, acaban trabajando en auténticos bodrios. No hablo de películas mediocres que lastran en mayor o menor medida la carrera de todo cineasta (al fin y al cabo son estrellas, no dioses), sino de filmes de ínfima calidad que reciben –sin merecerlo– la promoción de los medios y a veces el éxito de taquilla. Podría ser el caso de Tú la letra, yo la música (2007), presunta comedia escrita y dirigida por Marc Lawrence e interpretada por Hugh Grant y Drew Barrymore. Dos actores muy populares que no se caracterizan precisamente por su intensidad dramática ni por su vanguardismo, pero a quienes yo no recuerdo haber caído tan bajo. (Desde luego, estaban bastante mejor en Cuatro bodas y un funeral y ET, películas que hicieron famoso a Grant y Barrymore respectivamente).

Tú la letra, yo la música es una apuesta fallida sobre un tema a priori interesante (el vacío en que caen los iconos del pop cuando dejan de estar de moda) que podría haber dado mucho juego. El argumento es el siguiente: Alex Fletcher (Hugh Grant), estrella del pop en decadencia, recibe la oferta de componer un tema para luego grabarlo a dúo con la cantante de moda Cora Corman (Haley Bennet). El artista pone manos a la obra con urgencia (apenas dispone de tiempo), y en breve consigue crear la música pero no la letra, que se le resiste. ¿Quién va a poner su granito de arena? Pues ni más ni menos que Sophie Fischer (Drew Barrymore), la chica que acude a su casa a cuidar las macetas, tarea que empieza a desempeñar casualmente el mismo día y a la misma hora en la que el afligido cantante fracasa en su intento de sacar adelante la canción pese a que tiene a su lado a un letrista profesional –burdamente caricaturizado, todo hay que decirlo.
Incluso a partir de un planteamiento tan torpe e ingenuo podría haberse logrado un producto digno. Pero cuando uno se empeña en hacer mal cine, ay, al final lo consigue…
La película, siguiendo la estela del Ulises de Homero, busca su Ítaca para acabar despedazada entre los acantilados del aburrimiento. Gags sin gracia, situaciones románticas que solo invitan al bostezo y personajes secundarios tan paródicos y vacíos como los principales, hacen de Tú la letra, yo la música una película que no merece atención más allá de esta breve crítica despotricadora. Y, si me apuran, ni eso.
Francisco Rodríguez Criado
Resulta difícil comprender por qué ciertas estrellas cinematográficas, sentadas en cómodos tronos del séptimo arte y a quienes uno imagina cada poco recibiendo propuestas de proyectos interesantes que llevar a cabo, acaban trabajando en auténticos bodrios. No hablo de películas mediocres que lastran en mayor o menor medida la carrera de todo cineasta (al fin y al cabo son estrellas, no dioses), sino de filmes de ínfima calidad que reciben –sin merecerlo– la promoción de los medios y a veces el éxito de taquilla. Podría ser el caso de Tú la letra, yo la música (2007), presunta comedia escrita y dirigida por Marc Lawrence e interpretada por Hugh Grant y Drew Barrymore. Dos actores muy populares que no se caracterizan precisamente por su intensidad dramática ni por su vanguardismo, pero a quienes yo no recuerdo haber caído tan bajo. (Desde luego, estaban bastante mejor en Cuatro bodas y un funeral y ET, películas que hicieron famoso a Grant y Barrymore respectivamente).

Tú la letra, yo la música es una apuesta fallida sobre un tema a priori interesante (el vacío en que caen los iconos del pop cuando dejan de estar de moda) que podría haber dado mucho juego. El argumento es el siguiente: Alex Fletcher (Hugh Grant), estrella del pop en decadencia, recibe la oferta de componer un tema para luego grabarlo a dúo con la cantante de moda Cora Corman (Haley Bennet). El artista pone manos a la obra con urgencia (apenas dispone de tiempo), y en breve consigue crear la música pero no la letra, que se le resiste. ¿Quién va a poner su granito de arena? Pues ni más ni menos que Sophie Fischer (Drew Barrymore), la chica que acude a su casa a cuidar las macetas, tarea que empieza a desempeñar casualmente el mismo día y a la misma hora en la que el afligido cantante fracasa en su intento de sacar adelante la canción pese a que tiene a su lado a un letrista profesional –burdamente caricaturizado, todo hay que decirlo.
Incluso a partir de un planteamiento tan torpe e ingenuo podría haberse logrado un producto digno. Pero cuando uno se empeña en hacer mal cine, ay, al final lo consigue…
La película, siguiendo la estela del Ulises de Homero, busca su Ítaca para acabar despedazada entre los acantilados del aburrimiento. Gags sin gracia, situaciones románticas que solo invitan al bostezo y personajes secundarios tan paródicos y vacíos como los principales, hacen de Tú la letra, yo la música una película que no merece atención más allá de esta breve crítica despotricadora. Y, si me apuran, ni eso.