Leandro Sierra García Me acuerdo que en el verano de 1997 estábamos haciendo un botellón en el piso de Madrid de mi amigo Quique Pedraza y me comentó cuando llevábamos ya dos copas: “joder, qué rara es `Carretera perdida`, no me enteré de nada y me dejó con una comedura de tarro bestial”. Yo fui mucho más duro en mi comentario: “no es una comedura de tarro, es simplemente el resultado de los desvaríos absurdos e incoherente de David Lynch que ha parido una puta gilipollez incomprensible y es una solemne tomadura de pelo”. Reconozco que mis palabras fueron contundentes pero hoy 20 años después sigo opinando lo mismo y no es que sea una tomadura de pelo sino que es una memez aburrida, surrealista, rebuscada y sobre todo, que es lo que má odio, pretenciosamente intelectual como dando a entender que no somos lo suficientemente inteligentes, modernos o cool para entender el mensaje de la película. Resumiendo: una pura basura.
Leandro Sierra García
Me acuerdo que en el verano de 1997 estábamos haciendo un botellón en el piso de Madrid de mi amigo Quique Pedraza y me comentó cuando llevábamos ya dos copas: “joder, qué rara es `Carretera perdida`, no me enteré de nada y me dejó con una comedura de tarro bestial”. Yo fui mucho más duro en mi comentario: “no es una comedura de tarro, es simplemente el resultado de los desvaríos absurdos e incoherente de David Lynch que ha parido una puta gilipollez incomprensible y es una solemne tomadura de pelo”. Reconozco que mis palabras fueron contundentes pero hoy 20 años después sigo opinando lo mismo y no es que sea una tomadura de pelo sino que es una memez aburrida, surrealista, rebuscada y sobre todo, que es lo que má odio, pretenciosamente intelectual como dando a entender que no somos lo suficientemente inteligentes, modernos o cool para entender el mensaje de la película. Resumiendo: una pura basura.
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